Siendo la gestión de una buena Comunicación Interna el primer paso en cualquier plan de responsabilidad social empresaria, ¿cumple el mismo rol en el ámbito estatal?
Sabemos que las grandes empresas en nuestro país, desde ya hace años optan por adquirir políticas de Responsabilidad social que van dejando huellas irredimibles en su cultura, estas siempre comienzan por una gestión de comunicación interna estrictamente necesaria y vital. Informar a los trabajadores, incentivarlos, empaparlos de valores que no solo hacen eficaz la producción, sino que logran un clima agradable en donde las relaciones fluyen de forma transparente y amena, o lo que se ha terminado por denominar desarrollo del capital humano.
Ya no podemos hablar de que el rol que “encargó” el estado a las empresas se base solo en solucionar problemas sociales, un tema crucial se ponía a la orden del día, el de compromiso con los Stakeholders primarios (empleados, clientes, accionistas).
Esta tarea en donde tanto hacen hincapié las empresas, ¿el estado la tiene
en cuenta?
Ahora bien, en las organizaciones estatales la gestión de comunicación interna parece haberse desfasado (por no decir dejada de lado). Notaremos el papel que cumplen los departamentos de relaciones institucionales (o llamase de otra forma), dedicados a la difusión de información externa basadas en trabajos de vocería o prensa, mientras que en casos de crisis organizacionales la inestabilidad mueve los pisos de las oficinas con la sensación natural que esto genera.
Estudios hechos a empresas por la revista Dircom, muestran que los encargados de gestionar la CI en nuestro país son las direcciones/gerencias de recursos humanos en el 62% de los casos, pero son escasos los departamentos de este tipo en lo público que mantengan un papel proactivo en casos de crisis o conflictividad laboral. El mismo trabajo, nos deja ver que el 85% de las áreas de CI cuenta con un presupuesto propio, demostrando el lugar que se han ganado en el mundo corporativo, dejando a la vista resultados verificables.
Entendamos que las organizaciones estatales no deben cumplir con políticas de responsabilidad social, porque es el estado quien se debe a la sociedad y seria una paradoja, las dos caras de una misma moneda, así igual deberían ser tratadas con otro énfasis sus CI en la mayoría de sus organismos, acercándose al paradigma Interno de los privados por una única vez.
Estamos en un momento clave, donde las conciencias públicas se vuelven más responsables y eligen políticas de CI.
Tal vez nosotros, los mas jóvenes, tengamos en nuestras manos la difícil tarea de llevar a cabo este proyecto, el de hacerles saber a los encargados de gestionar las políticas estatales de que el tratamiento que se hace de sus empleados denota efectividad frente a situaciones corporativas cotidianas, que hacen al ser de cualquier organización, pública o privada, pero fundamentalmente eso es ser responsables con nuestro públicos más preciados, los Internos.
A modo de conclusión/reflexión, remontándonos a aquel axioma de las Relaciones Públicas que afirma que cada acción organizacional debe ser acompañada por un acto comunicativo, osea que por separado ambas conductas no generan el valor que logran juntas. Podemos afirmar que vienen tiempos de interesantes desafíos, donde habrá que no solo comunicar sino que demostrar que en lo estatal también es necesario políticas de comunicación Interna, porque eso también es ser responsable.
Bibliografía:
Revista Dircom N° 83, Buenos Aires, Argentina.
Ritter, Michael, ¿La RSE “tema moda”?, articulo 2005
