Hay tres motivos por los que un artista graba un disco de covers. A saber:
- Pagar una deuda de honor con las propias influencias, caso Pinups de Bowie.
- Pagar una deuda con el público e iluminarlo con hermosas canciones que no se le ocurrieron al artista en cuestión, caso Learning English de Die Toten Hosen.
- Y por último, pagar una deuda con la compañía discográfica para completar un contrato, caso Spaghetti Incident de Guns n Roses.
No puedo ocultar que cualquiera sea el motivo que los engendre, a mi siempre me fascinaron, ya que un músico no se va a molestar en grabar temas malos de otro, en muchos casos es un honor que reservan para si; además es la posibilidad de descubrir nuevas cosas y, es necesario reconocerlo, es factible encontrar alguna que otra versión que mejora la orginal. Como sea, es un rubro de segunda categoría en cuanto a discos pero aun así sobrepasan en trascendencia a esas bolas de imperfecciones, acoples y desafinaciones que llaman “disco en vivo” (salvo excepciones).
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